PASADO, PRESENTE Y FUTURO DEL PROYECTO DE TARJETAS DE PREPAGO PARA COOPERATIVAS

Proyecto fue aprobado en la Comisión de Hacienda del Senado y ahora pasará a su discusión en sala.

Con el objetivo de aumentar la inclusión a sectores marginados por la industria financiera, el 22 de noviembre de 2013 ingresó a la Cámara de Diputados el proyecto de ley que permite a entidades no bancarias la emisión de medios de pago con provisión de fondos. Dicho de otra forma, tarjetas de prepago.

A más de dos años de tramitación, el proyecto presenta avances. Sin embargo, una indicación que permitía a Metro, a través de su tarjeta bip!, ingresar al mercado, encendió la polémica. Con todo, la iniciativa sigue adelante y, probablemente, el gobierno reingrese dicha indicación en las próximas semana, o genere un nuevo proyecto en la misma línea.

Mientras eso ocurre, diversos actores del sector comienzan a aterrizar el impacto del proyecto en materia de inclusión financiera, pero también en el incentivo a la competencia en la industria.

Cómo opera

“Una dimensión clave de la inclusión financiera es lograr que progresivamente todos los sectores de la población, especialmente aquellos que están más excluidos del sistema bancario, accedan con mayor facilidad a servicios financieros de calidad y adecuados a sus necesidades”, dice el mensaje presidencial que acompañó la iniciativa, ya aprobada en la Cámara Baja.

También fue despachada, en abril, por la Comisión de Hacienda del Senado, para pasar ahora a discusión en sala.

En concreto, el proyecto pretende que entidades no bancarias -como el retail, las cooperativas, cajas de compensación y empresas de telecomunicaciones- emitan plásticos de prepago. Estos productos quedarían a disposición, principalmente, de “aquella población que no es objeto de crédito o no posee cuenta corriente, dado su escaso poder adquisitivo”, señaló una nota del Senado.

En la actualidad los titulares de cuentas corriente, vista o de ahorro bancarias, tienen también la posibilidad de cancelar bienes o servicios con tarjetas de crédito y débito. Adicionalmente, el retail también emite tarjetas de crédito.

Una vez que se apruebe la propuesta, los plásticos de prepago podrán ser comprados por los usuarios a entidades no bancarias, como las ya mencionadas, sin la necesidad de firmar un contrato con el emisor. Estos instrumentos no podrán devengar intereses ni reajustes y sólo se usarían paga pagar lo que determine su titular.

“Los grandes beneficiados van a ser los sectores más vulnerables de la población”, afirmó Claudio Ortiz, vicepresidente ejecutivo del Comité de Retail Financiero. “El segmento objetivo principal serán las millones de personas que hoy son parte de la base de datos de Dicom, que están excluidas del mercado financiero”, dijo. Y añadió que también lo evalúa de manera positiva por la generación de competencia que supone.

Tienen la misma lógica que las cuentas corrientes bancarias, detalló Ortiz. “Primero deposito o cargo mi tarjeta para, posteriormente, girar, usar en el comercio o en operaciones vía internet”, explicó.

En el presente, los bancos están facultados para emitir medios de pago con provisión de fondos. Pero éstos no se han abocado a ese mercado. La razón, comentan fuentes del sector financiero, está en que han apostado por recuperar las “cuantiosas inversiones” que hicieron al privilegiar la implementación y masificación de la tarjeta de débito Redcompra.

Con todo, el mensaje presidencial consigna que serán necesarias modificaciones a la Ley General de Bancos y a la Ley que Crea la Unidad de Análisis Financiero (UAF), que a su vez introdujo cambios en materia de lavado de activos. De igual modo, se facultará al Banco Central y a la Superintendencia de Bancos (Sbif) para “establecer por vía normativa la regulación prudencial necesaria”.

Con freno de mano

La iniciativa legal no ha estado exenta de polémica. El 5 de abril el gobierno ingresó una indicación para permitir que Metro participara de la emisión de medios de pago con provisión de fondos. La propuesta generó resistencia en algunos sectores, la banca entre ellos.

El caso es que dos semanas después, el 19 del mismo mes, Hacienda activó el freno de mano y retiró la indicación para permitir al proyecto “avanzar más rápidamente”.

“El compromiso del gobierno es retomar el tema en el corto plazo”, dijo también Hacienda en abril. Y al parecer, así será, pues esa cartera maneja un plazo de dos semanas (ver entrevista en página 4) para seguir analizando el tema y definir si repone la indicación en la sala del Senado; o bien, si lo presenta en un proyecto posterior de un solo artículo.

Quienes están a favor del ingreso de Metro postularon que si se escoge esta última alternativa, la idea está perdida. “Si se hace en un proyecto aparte, no va a salir nunca. Se van a enredar y no va a funcionar”, comentó una fuente.

Como sea, si la indicación es repuesta seguirá generando controversias. El senador PPD, Eugenio Tuma, planteó que, en un primer momento, no estuvo de acuerdo con la entrada de Metro porque privilegiaría a la Región Metropolitana. “Luego, el compromiso del Ejecutivo, si es que ocurriera, es que se van a establecer igualdad de condiciones en las comisiones que se cobre al comercio de regiones respecto de aquellas que el Metro cobraría en Santiago”, apuntó.

Y añadió: “Aquí vemos una oportunidad para que, entre el Metro, BancoEstado y otros actores, se pueda construir una línea paralela al monopolio de Transbank, que tiene ahogado al pequeño comercio”.

Los diputados Daniel Farcas (PPD) y Gabriel Silber (DC) instaron al gobierno, la semana pasada, a reponer la indicación. Su argumento se centró en que el dinero plástico reduciría el circulante y contribuiría a elevar la seguridad de las personas y los comercios.

“No se ha evaluado suficientemente lo que esto significa”, expuso, por otro lado, el senador RN José García Ruminot. “Va a requerir el pago de comisiones cada vez que se retire dinero en un cajero. Creemos que eso puede generar incertidumbre y descontento en los usuarios”, señaló. “Hay que pensarlo bien (…) Soy partidario de un proyecto distinto”, agregó.

Segismundo Schulin-Zeuthen, presidente de la Asociación de Bancos (Abif), se manifestó a favor de disminuir el efectivo y apoya el proyecto de ley. No obstante, por el tema Metro consignó que se debe esperar la propuesta del Ejecutivo: “Pero hay dos temas a considerar. Uno, es cómo puede afectar la competencia, porque habrá una empresa del Estado con la garantía implícita que hay detrás de eso; la otra, es que supongo, dado que hay recursos de todos los chilenos, que se analizará a fondo el caso de negocios”.

El presidente de Gerens y asesor de Metro, Patricio Arrau, comentó que el sistema transaccional bancario requiere de más competencia y que las nuevas tecnologías hacen posible la universalidad de medios de pago: “Es la gran oportunidad para que entren nuevos modelos de negocios, plataformas, alternativas y competidores a abordar un mercado que está muy abundante en efectivo y poco abundante en medios de pago digitales”.

Acerca de la resistencia de la banca, sostuvo que dicho sector no ha avanzado lo suficiente en bajar la inclusión financiera hacia los segmentos de población y comercios de menores ingresos y tamaños. “Esto es muy bienvenido y va a ser una innovación muy fuerte en los medios de pago y la inclusión financiera”, dijo.

FUENTE: LA TERCERA