Proveedores de agua potable en Chiloé han decidido paralizar la distribución del servicio debido a una deuda pendiente por parte del gobierno que asciende a 231 millones de pesos. Esta situación ha generado preocupación entre los habitantes de la isla, quienes dependen del suministro de agua para sus actividades diarias.
Los proveedores han manifestado que esta deuda se ha acumulado por varios meses, afectando su capacidad para operar y cumplir con los contratos de suministro. A pesar de las gestiones realizadas para resolver la situación, hasta el momento no ha habido una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
La paralización del servicio ha provocado que las comunidades se enfrenten a la escasez de agua, lo que puede tener repercusiones en la salud pública y el bienestar general de los habitantes de Chiloé. Los proveedores han instado al gobierno a tomar medidas urgentes para regularizar la situación y reanudar la distribución de agua potable.
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