El alargamiento de la vida es un gran logro, pero también es actualmente uno de los principales desafíos de la humanidad en relación con las políticas sociales, calidad de vida y la inclusión social. Se estima que para el 2050 el 56% de los adultos mayores no podrán acceder a pensión alguna y millones vivirán en la indigencia, negándoseles un mejor destino y una compensación merecida por tantos años de esfuerzo y trabajo.