Rumbo al Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Cuidados

En noviembre se realizó en Resistencia, Chaco, un pre-encuentro para el Norte Grande rumbo al Primer Encuentro Nacional de Cooperativas de Cuidados, que será en Puerto Madryn (Chubut) el 30 y 31 de marzo.

De la cita participaron cerca de 30 personas pertenecientes a 7 organizaciones sociales, en especial cooperativas dedicadas al cuidado de personas. Entre estas cooperativas se encuentran Sol.Tre.Cha (Resistencia); Cuidacoop (Formosa); Nuovo Orizzonte (Reconquista, Santa Fe) y Renacer Chaco (Resistencia).

En la coordinación de los talleres colaboraron Eugenia De Micheli de FECOOTRA y CONARCOOP, y quien escribe, de la Incubadora de Cooperativas y Mutuales de Cuidados. El salón fue prestado por el Instituto de Promoción de la Economía Social de Chaco. A su vez, fortaleciendo a la Economía Social y Solidaria hacia adentro, para el servicio de desayuno y almuerzo se contrató a la Cooperativa Exprofeso.

El pre-encuentro en Resistencia se sumó a otros del mismo tipo que vienen teniendo lugar en distintos rincones del país buscando dar espacio a una mirada federal. Además de en Resistencia, los pre-encuentros tuvieron lugar en El Hoyo (Chubut), Quilmes (Buenos Aires), Mar del Plata (Buenos Aires) y Santa Fe (Santa Fe).

En todos los pre-encuentros se viene trabajando en torno a cuatro ejes que se debaten en talleres y ordenarán los intercambios también en el Encuentro Nacional. Estos ejes son: 1) marco normativo y políticas públicas; 2) integración y redes; 3) problemáticas de la gestión diaria y 4) el cuidado de los cuidadores y las cuidadoras.

Como afirmó Gustavo Sosa, Coordinador General de la Incubadora, reconociendo que muchas problemáticas de las cooperativas son las mismas en los distintos territorios, “es necesario construir una agenda común y federal de políticas públicas de cuidados”.

En el Pre-encuentro se resaltó también la importancia de fortalecer a las redes y grupos de cooperativas, que promueven la articulación, el intercambio de información, contactos y experiencias.

Un lugar central en el diálogo que se desarrolló en Resistencia lo ocupó la gran necesidad que existe en el sector de contar con una ley nacional que reconozca el trabajo de las cuidadoras y los cuidadores a domicilio brindando un marco general a esta tarea (más allá de los marcos parciales que puedan tener las distintas provincias) y poniendo en valor la organización cooperativa. Esta ley permitiría que se definan claramente los límites de la actividad y que se especifiquen sus competencias, para que la misma sea valorada como es debido.

Las cooperativas vienen desde hace tiempo dando respuesta a la problemática social del cuidado, sin el debido reconocimiento. Como comentaron las cuidadoras y los cuidadores de Sol.Tre.Cha, durante el período más duro de la Pandemia quienes trabajan en cuidados no pudieron acceder con prioridad a las vacunas y a los permisos para viajar por no ser considerados personal de salud. Y, como mencionó una cuidadora evocando la angustia de aquellos días: “Teníamos todas estas dificultades, y sabíamos que las familias nos esperaban”.

Hilda Quintoman, presidenta de Cuidacoop de Formosa, mencionó que en el caso de su provincia de origen, los cuidados son una fuente importante de trabajo remunerado (fundamentalmente, para las mujeres). Y un fenómeno similar ocurre en otras provincias del Norte Grande. De allí, la oportunidad de unir fuerzas para lograr el apoyo necesario de referentes políticos que permita avanzar en una legislación nacional que fortalezca a la actividad y a sus protagonistas.

Una ley nacional resulta clave, en esto hubo acuerdo, para poder avanzar en otros aspectos y políticas, tanto en lo que hace a un Sistema Nacional de Cuidados, como el que existe en Uruguay, por ejemplo, como a profundizar la integración y las redes, los vínculos de las cooperativas de cuidados con otras organizaciones.

La adecuada valoración del trabajo de cuidados, brindado por cooperativas con un largo camino recorrido saber y compromiso ocupó también un lugar central. “Somos empresas eficientes”, enfatizó Josefina Sánchez, presidenta de Sol.Tre.Cha.

Sin embargo, aunque empresas con experiencia y trayectoria, también es cierto que estos emprendimientos difícilmente cuentan con el colchón de las empresas lucrativas para afrontar los extensos plazos de pago que utilizan las obras sociales y prepagas: “El gran problema que tenemos con las obras sociales son los plazos de pago”, enfatizó Josefina.

El cuidado de los cuidadores y las cuidadoras en la empresa cooperativa fue también un tema tratado en detalle. “En la empresa lucrativa quien cuida es una mera herramienta, no existe consideración. Yo trabajé 24 horas seguidas estando embarazada”, mencionó una mujer cuidadora. La empresa cooperativa, en cambio, busca dar respuesta a las necesidades de las personas cuidadoras, con escucha, con atención.

En lo que hace a la gestión diaria, se trató allí sobre distintos aspectos que fortalecen internamente a las empresas de la economía social: la organización de la gestión en el día a día, la asignación de roles entre quienes integran el Consejo y el aporte de la sindicatura y de las demás personas asociadas que trabajan en la coordinación para lograr una fiscalización constructiva.

En este intercambio, se resaltó la importancia del trabajo en equipo, y de que quienes se vayan integrando a los mismos respeten las dinámicas de trabajo generadas. Por otro lado, el trabajo grupal y una buena comunicación deben sostenerse, aun cuando surjan urgencias.

Existió también acuerdo sobre la necesidad y oportunidad, a pesar de los tiempos que demanda lo cotidiano, de mantener espacios de reflexión interna con diversa frecuencia, en donde se revisen los temas abiertos.  Elsa Miori de la Cooperativa de Cuidadores Domiciliarios Mar del Plata sintetizó esta idea con la frase: “Es necesaria la planificación, pero con espacios para la improvisación”.

La Comunicación hacia adentro es un tema ineludible para las organizaciones sociales. En cooperativas que crecen en cantidad de personas asociadas, ¿cómo mantener la calidad en la comunicación? ¿Cómo evitar malentendidos?. Las reuniones habituales del grupo que ocupa funciones gerenciales son importantes, como así también el preservar los espacios de participación ampliada. 

Se mencionó también que para que la comunicación hacia adentro sea buena, es necesario compromiso y responsabilidad de ambas partes. Por ejemplo, como compartieron desde una cooperativa, una asociada adujo que no había asistido a una reunión importante porque “nadie le avisó”, cuando la información había sido transmitida por varios medios. Las personas asociadas a una cooperativa, se resaltó, tienen tanto derechos como obligaciones, y sensibilizar sobre este tema es clave.

Respecto de la creación de una nueva área en las cooperativas (tales como área educativa, solidaridad, comunicación, entre otras), se planteó que resulta muy oportuno el esperar que primero surja claramente la necesidad de aquella, para recién luego evaluar si la cooperativa está en condiciones de crear y dar continuidad al área, las horas de trabajo semanal que serán necesarias y cómo se llevará adelante la tarea. 

En cooperativas como Nuovo Orizzonte y Cuidacoop, la mayoría de las actividades de gerencia y coordinación las lleva adelante el Consejo de Administración; es decir, el esfuerzo organizativo recae en pocas personas. Mejorar este aspecto es un gran desafío para las cooperativas, ya que tampoco resulta sencillo dar con personas asociadas con la voluntad de cumplir tareas de gestión.

Esto se suma a otro hecho innegable: el trabajo de cuidados requiere en muchas ocasiones de un gran esfuerzo, genera cansancio, y no es sencillo para las personas cuidadoras el contar con energía adicional para cumplir funciones en la organización o sostener reuniones de equipo en horarios fuera de las guardias. En el Pre-encuentro en Resistencia, por ejemplo, algunos de los asociados venían a participar sin dormir, de trabajar durante toda la noche en una guardia.

Otro aspecto vinculado con las dificultades de lo organizativo en las cooperativas de cuidados, es que para ellas resulta imposible sostener reuniones en las que participen todas las personas asociadas: siempre alguna(s) estarán cubriendo alguna(s) guardia(s).

En relación a la mejora hacia adentro de las organizaciones, los Grupos de Fortalecimiento Interno de Sol.Tre.Cha son una muy buena práctica, que compartió la organización. Estos grupos se integran por entre 4 ó 5 personas cuidadoras que se reúnen cada 15 días a conversar sobre distintas temáticas que hacen a la cooperativa. Cuando quienes participan recién se suman a la organización, se tratan allí los aspectos esenciales del funcionamiento (las áreas de la cooperativa, de dónde surge el retorno que se recibe por el trabajo). Cuando los grupos se integran por personas asociadas con mayor experiencia en la organización, se conversa allí sobre temáticas más específicas.

Los grupos de fortalecimiento interno colaboran con la comunicación hacia adentro, promueven la participación y el sentido de pertenencia, y permiten que haya un ida y vuelta entre la gestión y las personas cuidadoras que no se ocupan de esta tarea.

El pre-encuentro en Resistencia fue una oportunidad de intercambio de ideas, experiencias y desafíos, y de profundizar los lazos del Norte Grande del país, de modo de aportar a la conformación de una agenda federal para el cooperativismo de cuidados que promueva su crecimiento y consolidación en un futuro cercano, con la mirada puesta en los debates, acuerdos y propuestas que tendrán lugar en Puerto Madryn a fines de marzo.

Fuente: ansol.com.ar