Un movimiento que comenzó hace 174 años

Solidaridad y ayuda mutua. Se trata de términos que permiten entender los principios centrales de la cooperación, en el marco de una jornada de celebración que tiene lugar el primer sábado de julio de cada año. En el Día Internacional de la Cooperación adquiere relevancia el valor del trabajo conjunto para lograr un mismo objetivo.

Las referencias históricas sobre la fecha indican que este día fue instituido a partir de una recomendación realizada en 1923 por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Un año clave es 1844, cuando un grupo de obreros ingleses creó una organización cooperativa con los aportes de sus integrantes, así como acordó en una carta cooperativa los aspectos que constituirían la guía de la organización.
Los obreros compartían sus ingresos para realizar las compras y ponían en práctica una idea fundamental del cooperativismo: “Nadie es el dueño de la entidad cooperativa sino que todos lo son en la medida del esfuerzo común”.

La idea fundamental del cooperativismo: «Nadie es el dueño de la entidad cooperativa sino que todos lo son en la medida del esfuerzo común»

En la citada carta de los pioneros de Rochdale se mencionaron los fundamentos basados en genuinos ideales de solidaridad: la cooperación completa la economía política al organizar la distribución de la riqueza; no afecta la fortuna de nadie; no trastorna la sociedad; no molesta a los hombres del Estado; no constituye una asociación secreta; no quiere ninguna violencia; no causa ningún desorden; no ambiciona honores; no reclama favores; no pide privilegios especiales; no trata con holgazanes; no busca ayuda oficial; siente horror por los monopolios y los combate sin cesar; desea la concurrencia seria y honesta en la cual se ve el alma de todo progreso de verdad; significa la responsabilidad personal, la iniciativa personal y la participación es ese prestigio que el trabajo y el pensamiento saben conquistar.

Siete principios 
Las reglas fueron revisadas en 1937 por la Alianza Cooperativa Internacional, mientras que en 1966 se agregó una redacción que se ajustó a la época. En un congreso realizado por la ACI en 1995, en Manchester, fueron aprobados siete nuevos principios:
* Adhesión voluntaria y abierta.
* Gestión democrática por parte de los socios.
* Participación económica de los socios.
* Autonomía e independencia.
* Educación, formación e información.
* Cooperación entre cooperativas.
* Interés por la comunidad.
La bandera 
Los siete colores que identifican al cooperativismo son:
– Rojo: representa el fuego y el amor que une a las personas. El cooperativismo es la fragua donde nos forjamos un destino feliz en un marco de igualdad y de democracia.
– Naranja: recuerda un amanecer glorioso. El cooperativismo es como un surtidor de logros en diversos campos: ahorro, crédito, consumo, mercadeo, producción, vivienda, seguro, educación, arte y servicios necesarios para el consumidor.
– Amarillo: es el color del sol que da luz, calor y vida. El cooperativismo nos asegura una vida feliz, dinámica y solidaria.
– Verde: representa la esperanza de los que, unidos en el amor y en el trabajo, hacen posible el milagro de la cooperación.
– Celeste: es la ilusión. Es el color del cielo y nos estimula a admirar la belleza de la creación.
– Azul: encarna el valor que nos impulsa a buscar nuevas rutas y nuevos surcos donde acunar la semilla de la fe y la cooperación.
– Violeta: significa la humildad, una de las virtudes que nos acerca más a lo divino y al prójimo.
Fuente: La voz del pueblo.