Una alianza necesaria: derechos de la mujer y democracia económica

8mguercoDr. Ariel Enrique Guarco. Presidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR)

Nuestra sociedad está atravesada por desigualdades que bloquean el desarrollo sostenible. Una de las principales es la desigualdad entre los géneros. De acuerdo a los datos de Naciones Unidas, en los países en desarrollo las mujeres trabajan un 13% más tiempo que los hombres, con el agravante de que el 63% de su trabajo son tareas domésticas no remuneradas: cuidado, alimentación, limpieza, etc. La situación es similar en los países desarrollados. Las mujeres también trabajan más y el 64% son tareas no remuneradas.

En lo que hace a las tareas remuneradas, en el mundo la presencia de la mujer es más alta en los trabajos de menor calificación y mayor precariedad. Entre el 70 y 80% del trabajo doméstico es femenino, mientras que esta participación se reduce al 32% en las actividades de tecnologías de información y la comunicación.

La menor autonomía económica de las mujeres, resultado de sus dificultades para acceder a trabajos en igualdad de condiciones que los hombres, se reproduce en todos los ámbitos de la actividad humana. Solo el 22% de los parlamentarios, el 18% de los integrantes de gabinetes ministeriales y el 19% de los integrantes de las cortes supremas son mujeres.

En la dirección de los sindicatos sólo el 5% son mujeres. En el ámbito de las grandes corporaciones, donde reside el poder económico, la situación no es mejor.

Sólo el 4% de quienes ocupan el puesto de CEO son mujeres; la mitad de las grandes empresas de tecnologías de la comunicación no tienen ni una mujer en sus directorios.

Estos son sólo algunos indicadores de una desigualdad que debe superarse como condición necesaria para el desarrollo y la paz.

La ONU ha convocado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer desde 1975. En la última de ellas (Beijing, 1995) se aprobó una Declaración y Plataforma de Acción donde se reconoce que la “potenciación del papel de la mujer y la plena participación de la mujer en condiciones de igualdad en todas las esferas de la sociedad, incluidos la participación en los procesos de adopción de decisiones y el acceso al poder, son fundamentales para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz”.

Es decir, lo que está en discusión es el acceso al poder por parte de la mujer en todas las esferas. Como luego agrega la plataforma, adoptada por 189 países “esto supone el establecimiento del principio de que mujeres y hombres deben compartir el poder y las responsabilidades en el hogar, en el lugar de trabajo y, a nivel más amplio, en la comunidad nacional e internacional”.

Cooperativas y democratización del poder económico

Si se trata de compartir el poder, el primer paso es democratizarlo. Aquí es donde resulta necesaria la convergencia de la lucha por los derechos de la mujer y la lucha por la democracia económica.

La solución a la desigualdad de género no puede limitarse a que la mujer escale posiciones en un sistema desigual. Desde el absurdo: incrementar solo la participación de la mujer en el listado de multimillonarios de la revista Forbes sería por cierto un resultado magro en términos de equidad social.

La igualdad entre los géneros será resultado de la organización de la mujer para disputar sus espacios. Así lo demostraron las mujeres en Islandia, en aquella paradigmática huelga de octubre de 1975 que fue la base para la conformación de una de las sociedades más igualitarias en este sentido.

Así también lo están demostrando las mujeres del movimiento #NiUnaMenos en Argentina: a partir de la movilización y la militancia en la defensa de casos emblemáticos de discriminación han logrado poner en la agenda pública el tema de la violencia de género, desnudando los mecanismos del patriarcado en la justicia y en las fuerzas de seguridad.

De igual manera, cambiar la economía para garantizar los derechos de la mujer requiere que se organicen para disputar el poder económico. (Continúa)

Texto completo: 20170215_aguna-alianza-necesaria-derechos-de-la-mujer-y-democracia-economica

Fuente: centrocultural.coop