Valladolid apuesta por la economía circular: ¿Qué ventajas supone?

El reto de dar vida a nuestros residuos

Un mejor aprovechamiento de los recursos y un cambio en el modelo de consumo conduciría a impulsar el comercio local, reforzar el papel de los barrios y las personas que los habitan, y reducir costes en la gestión de los residuos.

¿Qué es la economía circular y por qué debería importarme? Esta es la primera pregunta que muchos se harán ya que se trata de un concepto que se ha introducido hace relativamente poco en nuestro diccionario coloquial, a pesar de que tiene su origen en las últimas décadas del siglo pasado. Se trata, en esencia, de optimizar los recursos, de aprovechar los residuos y volver a darlos vida para reducir la extracción de materias primas y fomentar así la sostenibilidad del Planeta. ¿Y qué tiene que ver con Valladolid? ¿En qué me va a beneficiar?

El pasado lunes, financiados por el Ayuntamiento vallisoletano -con una partida de 400.000 euros-, se presentaron los 23 proyectos finalistas (de los 38 presentados) que con colaboración de la Agencia de Innovación y Desarrollo municipal llevarán adelante sus ideas. Un ejemplo de que la sostenibilidad cobra cada vez más fuerza en un contexto de Cambio Climático y de necesidad de potenciar otra manera de relacionarnos con nuestro entorno.

Llevamos años diciendo que hay que cerrar los ciclos de consumo que hacemos: ver de dónde vienen los recursos, dónde van los residuos, y cómo podemos copiar a la naturaleza para reducir el uso de esos recursos y aprovechar esos residuos. Pero nos preocupa que se quede solo en eso, en utilizar los recursos” analiza Carmen Duce, de Ecologistas en Acción Valladolid, para quien es “importante reducir el consumo, creemos en un cambio global de modelo que va más allá de la economía circular”.

Por su parte María Sánchez, concejala de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Valladolid, explica que “la economía circular es una apuesta muy importante para Valladolid y cualquier otra ciudad porque supone un necesario cambio de modelo ya que tradicionalmente se han venido generando residuos que no volvemos a incorporar al ciclo económico” y apunta a que no solamente afecta no solo al medioambiente, sino al bolsillo de los vallisoletanos: “En muchos casos esos residuos pueden tener dos o muchas vidas, y además tenemos el problema de la gestión de esos propios residuos, que es costosa económica y medioambientalmente”.

Sánchez añade además que la economía circular “permite generar sectores de actividad económica totalmente independientes que no necesitan de la gran inversión de empresas de otros lugares, sino que se genera a partir de los residuos de la propia ciudad”. Por lo que, como ella defiende, “los empleos que se pueden generar serán menos dependientes de decisiones de empresas que les pudiera dar igual trabajar en Valladolid o en cualquier otro sitio”.

¿MAQUILLAJE O SOLUCIÓN EFICAZ?

Desde la asociación ecologista consideran que “la economía circular que se maneja a nivel institucional es un maquillaje verde porque el paradigma sigue siendo que hay que crecer económicamente, porque sino no hay empleo”. Su apuesta es la de “romper con la lógica de acumulación capitalista que profundiza en la brecha ricos-pobres además agotando el Planeta: Por supuesto que hay que reutilizar, reducir y reciclar, pero hay que tratar de dar la vuelta a la sociedad, un argumento cada vez más extendido entre las asociaciones ecologistas y otras plataformas civiles.

María Sánchez entiende “lógico que se tenga ese temor -del simple maquillaje-, por ejemplo la palabra sostenibilidad se ha ido pervirtiendo” pero reclama que es “importantísimo que los Ayuntamientos actuemos contra el Cambio Climático”. De hecho, Valladolid forma parte de la Red Española de Ciudades por el Clima, desde 2005, y del Pacto de Alcaldes (iniciativa mundial canalizada por las Naciones Unidas) desde 2011, redes de ciudades que buscan reducir sus emisiones de gases contaminantes.

Y, en esa dirección, Valladolid “identifica los focos de emisiones más importantes y realiza planes de actuación para reducir las emisiones, poniendo en marcha medidas que reduzcan el uso del automóvil” subraya Sánchez, e “introduciendo en las ordenanzas municipales criterios desostenibilidad y lucha contra el Cambio Climático” como la nueva ordenanza para la protección del medio ambiente atmosférico presentada en el Consejo Municipal de la Agenda Local 21. Aunque, reconoce la concejala, “aún hay mucho por hacer”.

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS CIUDADANOS?

Más allá del papel de las instituciones, los ciudadanos también juegan su papel dentro de la economía circular. Entre los consejos de Carmen Duce,de Ecologistas en Acción, está el apoyar al comercio de proximidad, conocer los productos de temporada, replantearse el consumo, y asociarse con otros vecinos para tejer redes de colaboración.

Es importante no aislarse, que es a lo que nos lleva el propio sistema. Vemos mucho Internet, pero estamos aislados. Hay que organizarse en el barrio, a pequeña escala, consumir local e impulsar las reparaciones. Pensamos que es absolutamente necesario que los barrios estén vivos, si hay tiendas los niños pueden ir seguros por la calle porque hay movimiento, y el dinero se mueve en un entorno cercano y no en una gran superficie cuyo beneficio es para dueños de Austria, Suiza, Estados Unidos, o para cuentas en paraísos fiscales” propone Duce, que invita a “replantearse nuestro nivel de consumo”. “Consumir productos de China va a ser impensable dentro de poco, nos quedan dos días de petróleo. Hay gente que, obligada, ha tenido que reducir su consumo, pero para quienes podemos plantearnos, nos han ido convenciendo de que la felicidad es comprarse algo más nuevo, grande y brillante, pero la felicidad puede ser pasar una tarde en el parque”,concluye esta ingeniera industrial.

Por último, desde Ecologistas en Acción piden entre otras cosas al Ayuntamiento, en este sentido, facilitar espacios de encuentro de la gente,redes de consumo alternativas, y establecer políticas de compra pública responsables donde no solo se tenga en cuenta el criterio económico sino también a nivel ecológico, y de contratación para generar más empleo aquí”.

Fuente: Tribbunavallaloid